En el camping de Ailefroide se está de vicio, pero era un delito estar en Ecrins con previsión de buen tiempo y no subir a hacer alguna aventurilla, así que, nos quitamos la pereza de encima y preparamos las mochilas para lo que sería nuestra "grande course" de este verano, el Pilar Sur de la Barre Noire des Ecrins (3.751m), 450 m, TD, 6a+,(V+ obligado).
Salimos del aparcamiento de Pré de Madame Carle a las 6.00 de la mañana. Cuando el sendero se bifurca, cogemos el camino que sale a la izquierda en dirección al Glaciar Noir. En una hora y media estamos en los vivacs de las Balmes de François Blanc.
Desde los vivacs, nos impresiona la Barre des Ecrins. Esta para el año que viene...
Nuestro objetivo está un poco más a su derecha. Si os fijáis en la cornisa de nieve, a la derecha hay una brecha, es la brecha des Ecrins, que separa la Barre des Ecrins de la Barre Noire.
Se sube por una fuerte pendiente de terreno inestable, y luego por el pequeño Glaciar des Barres hasta el pie del pilar. Es otra hora y media larga...
Hay que poner crampones, pues aún es temprano y la nieve está dura.
La base del pilar se encuentra ya a 3.300 metros, con lo que no nos extraña lo que nos cuesta subir este pequeño tramo de nieve.
Aún es pronto, pero más tarde veremos que según va apretando el calor, la caída de piedras al glaciar es considerable...
Desde la base, la pinta que tiene es agradable. Se nos antoja amable y parece corta...luego descubriremos que sólo lo parecía, jejeje...
Ponernos los achiperres a pie de vía no fue nada fácil. Un pequeño trozo de hielo suspendido a duras penas sobre la roca, donde moverse era complicado, y las piedras cayendo de vez en cuando por la canal que teníamos a la izquierda. El ruido de los trallazos ya sabéis que no es nada tranquilizador. Entre pitos y flautas no empezamos a escalar hasta las 10.00. Mal vamos...
Se ataca el espolón recto, sobre el filo, durante unos 200 metros, hasta llegar a una gran terraza de bloques, III con pasos de IV.
Desde la terraza, hay que subir recto unos metros para luego cruzar hacia la derecha por unas placas, hasta el filo del espolón. Se continúa por él hasta otra terraza, IV+.
Se remonta por una chimenea y se sale a la izquierda, V+. Luego se sube por unas placas fisuradas, primero ligeramente hacia la izquierda, y después a la derecha, IV+.
Se cruza después en travesía hacia la derecha, hasta llegar al pie de unas fisuras verticales, III.
Hay que remontarlas hasta llegar a una brecha, IV+.
Luego se continúa por el filo, III+.
Detrás mío, el Mont Pelvoux y el Pic Sans Nom.
Continuar por el filo a través de unas placas, V.
A nuestra izquierda vemos ya la Barre des Ecrins y la brecha.
Las placas terminan al pie de un diedro vertical. Hay que subirlo y seguir luego hacia la derecha por unas viras que te dejan en una reunión con 4 parabolts!!. Si puedes evitarlo, es mejor no hacer reunión aquí y hacerla un poco más arriba, en dos pitones, 6a.
Se sube durante unos metros por terreno descompuesto, para cruzar en seguida horizontalmente a la izquierda, IV+.
De izquierda a derecha, el Pelvoux, el Pic Sans Nom y el Pic Ailefroide.
Se continúa por un muro vertical hasta llegar a otra terraza, 6a.
Desde la terraza, para llegar a la cumbre, hay dos opciones. La salida directa, a la derecha, pasando un desplome y un diedro vertical, 6a. O la salida original, tirando primero recto durante unos 50 metros y luego a la izquierda, IV. Nosotros vimos más clara la salida original.
Una vez en la cumbre, hay que recorrer toda la arista norte a buscar los rápeles, que se encuentran en la cara Oeste, III. No descuidarse aquí, que uno ya va cansado y el terreno es peligroso.
Cuando empezamos a rapelar eran ya las 9.00 de la noche.
La Barre des Ecrins y la traza de la ruta normal.
En dos rápeles de 45 metros se alcanza el glaciar. Desde aquí, hay que andar por donde las grietas lo permitan hasta encontrar la ruta normal de ascenso a la Barre des Ecrins.
Impresionantes vistas...
Alcanzamos la huella y comenzamos a bajar por la ruta normal, por el Glaciar Blanc. No se nos hizo de noche hasta que no pasamos la zona de mayor pendiente. Podíamos haber pasado la noche en el refugio, pero como somos más de furgoneta, bajamos del tirón. Llegamos a Pré de Madame Carle a las 3.00 de la mañana...
A la mañana siguiente miramos atrás y sonreimos...
Ni que decir tiene que nos tomamos es día de descanso total!
En cuanto al material, hay que llevarse los crampones, el piolet, cintas largas, anillos de cinta, un juego de friends y algún clavo, por si acaso...También utilizamos algún fisurero en una reunión. Se encuentran algunos pitones en las zonas más difíciles, pero la mayoría del recorrido hay que protegerlo. Sólo hay dos reuniones montadas, en los largos superiores. Al loro también con el descenso, que hay que llevarse material para progresión en glaciar.
En cuanto a la reseña, llevábamos dos. Una era del libro del Jean Michel Cambon, "Oisans Noveau, Oisans Sauvage", y otra era una reseña que salió publicada en la revista Campobase, y que resultó ser la más acertada.
En fin, bonito día, estupenda escalada y maravillosa experiencia, aunque como nos suele pasar en estos terrenos, vamos más lentos que el caballo del malo!!