lunes, 5 de septiembre de 2011

LA COSA NOSTRA

    Este verano nos hemos dejado unos poquitos días para descansar y empezar con buen pie el curso. Empezar con buen pie, empezaremos, pero lo que se dice descansar...no hemos descansado mucho. Elegimos la isla de Sicilia. Buena elección si lo que se quiere es playa y más playa, pero si eres culo inquieto y te apetece andorrear y ver cuantas más cosas mejor, quizás agosto no sea el mejor mes. Demasiado calor...


Llegamos a Catania a las 11.30 de la mañana, y en cuanto alquilamos el coche en el aeropuerto y dejamos el equipaje en el hotel, nos marchamos hacia el norte por la costa este, hasta Giardini Naxos.





Antes que nada, hacemos una paradita para comer, y elegimos un menú a base de pescado y marisco. Es de lo que nos vamos a alimentar prácticamente en los próximos dias. Bueno, y de algún helado también...


Después seguimos hasta Taormina, el enclave turístico más famoso de Sicilia. Visitamos el Teatro Greco, en la parte más alta de la ciudad.


Y desde allí arriba se pueden ver sus fantásticas playas.

     Al día siguiente salimos rumbo al centro de la isla. La primera parada es Enna, ubicada en un alto en el epicentro de Sicilia, ejemplo de ciudad fortificada desde donde se tienen unas vistas sobrecogedoras. Conocida como el "ombligo de Sicilia", fue una ciudadela estratégica por la que se pelearon griegos, romanos, árabes y normandos.


En la Vía Roma se encuentra el Duomo, de 1307, que tras varias restauraciones nos muestra un interior deslumbrante, con estucos blancos y muros de color albaricoque.





El principal recordatorio del pasado de Enna es el Castello del siglo XIII, en el pico más oriental del risco de Enna. Se puede subir a una de sus torres, la Torre Pisano, y desde arriba las vistas de la ciudad árabe de Calascibetta son impresionantes


     Y seguimos camino hacia la costa norte, y llegamos a Cefalú, una bonita ciudad costera, con un casco medieval, las mejores iglesias normandas de Sicilia y el magnífico Duomo. Por ley, todas las playas tienen que tener una zona de libre acceso al público, pero la mayoría de turistas prefieren los "stabilimenti", áreas privadas con tumbonas, sombrillas, cabinas, restaurante y socorristas propios. Los precios varían según los servicios que se ofrecen, pero hay que calcular entre los 10 y 15 euros al día, con ofertas para tres o más dias.


Ensalada de frutos del mar...


El tercer día comenzamos con una visita al Monte Etna (3323m), el volcán más activo de Europa, con su melancólica columna de humo.


Las zonas altas muestran cicatrices de lava de pasadas erupciones, mientras que las laderas inferiores son fértiles y están cubiertas de viñedos y olivares. El área se ha declarado parque regional, y el modo de vida y los sistemas de cultivo de la zona están protegidos.


Y después nos dirigimos a Ortigia, una pequeña isla conectada con la ciudad de Siracusa por dos puentes. Se encuentra al sur de Catania, y está repleta de recuerdos del pasado en forma de ruinas, iglesias y palacios. Estas son las ruinas del Templo de Apolo del s. VI a. C.


En la Plaza del Duomo encontramos elegantes edificios de los siglos XVII y XVIII.


Y por supuesto, el Duomo, construido sobre un santuario del s. V a. C. dedicado a Atenea, del que se reutilizaron sus columnas dóricas. Fué transformado en iglesia cristiana y más tarde en catedral.


La soberbia fachada contrasta con el oscuro y silencioso interior.


Y un poco más al sur de Siracusa, se encuentra la Reserva Natural de Vendicari, un enclave espectacular, con dunas y humedales, y bonitas playas de arena.


El cuarto día nos dirigimos directamente a la ciudad de Palermo, y lo primero que hacemos en probar los famosos cannoli sicilianos, una masa en forma de canuto con sabor a canela, rellena se crema pastelera, o crema de ricotta, de pistacho o de chocolate. Deliciosos...
Son buenísimos también los helados artesanales que venden  por todos los sitios. Si eres un clásico lo tomarás en tarrina o cucurucho. Hay que atreverse a comérselos en un brioche. Una delicia...
Y buenísimos son también los sorbetes ó granitas como lo llaman ellos. Los toman con un brioche caliente. Lo que sabe esta gente...

En la Vía Vittorio Emanuele se encuentra la mole dorada de la Cattedrale de Palermo, superviviente de la época normanda.





El Teatro Massimo acoge los principales espectáculos de ballet y ópera.


Y el último día lo reservamos para visitar Catania, la segunda ciudad de Sicilia. En la Plaza del Duomo encontramos el Liotru, símbolo de Catania.


Y el Duomo de Catania. Catania merece un paseo por sus fantásticos mercados de fruta, verdura, quesos, pescado y otros productos regionales.

Nos han quedado muchos sitios por visitar. Cinco días es poco tiempo para conocer Sicilia. Habrá que volver algún dia...



No hay comentarios:

Publicar un comentario